En 2004, Vitra lanzó la Home Collection, una colección que incluye clásicos del diseño, reediciones y productos de diseñadores contemporáneos. Aunque hasta el momento se había centrado principalmente en el equipamiento de oficinas para clientes profesionales, Vitra comenzó a dirigirse a un nuevo grupo de destinatarios: los clientes individuales interesados en el diseño.
Como no se contaba con un espacio en el Vitra Campus de Weil am Rhein para alojar la Home Collection, en 2006 Vitra encargó a los arquitectos Herzog y de Meuron diseñar VitraHaus. El edificio no sólo iba a ampliar el valioso conjunto arquitectónico de Vitra, si no que gracias a su situación destacada y a su espectacular diseño asumiría la función de representación del Vitra Campus. VitraHaus se encuentra en el norte de la finca, delante del área acotada de la planta de producción, y junto a otros dos edificios ya existentes: el Vitra Design Museum de Frank Gehry (1989) y el pabellón de conferencias de Tadao Ando (1993). El tamaño de la finca permitió alejar el edificio del Vitra Design Museum y de las puertas de entrada al Campus, de forma que los característicos campos frutales situados junto a los otros edificios encontraran una continuación coherente.
El concepto de VitraHaus aúna dos temas recurrentes en la obra de Herzog y de Meuron: la casa original y el solapamiento de espacios. En Weil am Rhein se acercaron especialmente a la idea de la típica casa formada por cinco superficies, ya que se trataba de un edificio en el que se presentaría mobiliario doméstico. Las proporciones y dimensiones de las salas evocan situaciones espaciales familiares y de connotaciones cotidianas, lo que los arquitectos denominan «escala doméstica» (domestic scale).
Las distintas «casas», que corresponden en conjunto a un único espacio de presentación, se han concebido como elementos abstractos; con pocas excepciones se ha acristalado su fachada y dan la impresión de haber salido de una prensa de extrusión. Las doce casas se superponen en un total de cinco niveles, en algunos casos, con vertiginosos salientes de 15 metros, y sus suelos penetran en la fachada del nivel inmediatamente inferior, formando un conjunto tridimensional, un apilamiento de casas que en un primer momento resulta casi caótico.
El color antracita del enlucido exterior dota de un aspecto unitario al conjunto, vinculándolo a la tierra y al paisaje de los alrededores. VitraHaus, a modo de pequeña ciudad apilada en vertical, funciona como nuevo preludio del Campus. Una plaza cubierta con planchas de madera constituye el centro abierto alrededor del cual se agrupan cinco edificios: una sala de conferencias, una sala de exposiciones para la colección de sillas del Vitra Design Museum y el conjunto formado por la Vitra Design Museum Shop, el vestíbulo con la recepción y el guardarropa y una cafetería con terraza exterior para el verano.
Mediante un ascensor los visitantes acceden a la cuarta planta, donde comienza la visita. Al salir del ascensor, el acristalamiento de la fachada norte de la sala ofrece una vista grandiosa sobre la colina de Tüllinger. En el lado contrario, donde la fachada de cristal se ha sustituido por una terraza, se obtiene una panorámica de Basilea con los edificios de la industria farmacéutica. Como se aprecia al recorrer el conjunto, la orientación de las casas no es en absoluto casual, sino que responde a las vistas deseadas.
La complejidad interior no se consigue por la intersección angular de las distintas casas, sino por la integración de un segundo concepto geométrico. Las escaleras se han integrado en volúmenes orgánicos ondeantes que penetran como si fuera una lombriz en los distintos niveles: en ocasiones se hace patente la cautivadora relación visual entre las distintas casas y, en otras, las construcciones impiden la visión. Los espacios interiores se han mantenido en color blanco, cediendo todo el protagonismo a los muebles.
Con un máximo de 57 metros de longitud, 54 metros de ancho y 21,30 metros de alto, VitraHaus sobresale por encima del resto de edificios del Campus. El objetivo expreso era evitar un edificio horizontal, típico de las plantas de producción, para erigir un conjunto vertical, alejado del suelo y que ofreciera vistas hacia distintos puntos: una vista sobre el paisaje de los alrededores y del centro de producción, pero también sobre la Home Collection.
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