miércoles, 29 de septiembre de 2010

LOAD-DING

“Nozomi Alegría”


Partly cloudy by PIXAR

Partly cloudy from Molasses on Vimeo.

Los enamorados (Pumuky)

Videoclip de "Los enamorados" de Pumuky from nacho rodriguez on Vimeo.

Bodies in Urban Spaces (Bryan Derballa for The Wall Street Journal)

 
 
 

Chanel J12 Rétrograde Mystérieuse

Sleepypod

martes, 28 de septiembre de 2010

MONTBLAC GRETA GARBO Edición especial

Juice Boxes

 

lunes, 27 de septiembre de 2010

iRetrofone

'spread your love' by hamed kohan

Anatomical Kitten

domingo, 26 de septiembre de 2010

VitraHaus by Herzog & de Meuron

En 2004, Vitra lanzó la Home Collection, una colección que incluye clásicos del diseño, reediciones y productos de diseñadores contemporáneos. Aunque hasta el momento se había centrado principalmente en el equipamiento de oficinas para clientes profesionales, Vitra comenzó a dirigirse a un nuevo grupo de destinatarios: los clientes individuales interesados en el diseño.
Como no se contaba con un espacio en el Vitra Campus de Weil am Rhein para alojar la Home Collection, en 2006 Vitra encargó a los arquitectos Herzog y de Meuron diseñar VitraHaus. El edificio no sólo iba a ampliar el valioso conjunto arquitectónico de Vitra, si no que gracias a su situación destacada y a su espectacular diseño asumiría la función de representación del Vitra Campus. VitraHaus se encuentra en el norte de la finca, delante del área acotada de la planta de producción, y junto a otros dos edificios ya existentes: el Vitra Design Museum de Frank Gehry (1989) y el pabellón de conferencias de Tadao Ando (1993). El tamaño de la finca permitió alejar el edificio del Vitra Design Museum y de las puertas de entrada al Campus, de forma que los característicos campos frutales situados junto a los otros edificios encontraran una continuación coherente.
El concepto de VitraHaus aúna dos temas recurrentes en la obra de Herzog y de Meuron: la casa original y el solapamiento de espacios. En Weil am Rhein se acercaron especialmente a la idea de la típica casa formada por cinco superficies, ya que se trataba de un edificio en el que se presentaría mobiliario doméstico. Las proporciones y dimensiones de las salas evocan situaciones espaciales familiares y de connotaciones cotidianas, lo que los arquitectos denominan «escala doméstica» (domestic scale).
Las distintas «casas», que corresponden en conjunto a un único espacio de presentación, se han concebido como elementos abstractos; con pocas excepciones se ha acristalado su fachada y dan la impresión de haber salido de una prensa de extrusión. Las doce casas se superponen en un total de cinco niveles, en algunos casos, con vertiginosos salientes de 15 metros, y sus suelos penetran en la fachada del nivel inmediatamente inferior, formando un conjunto tridimensional, un apilamiento de casas que en un primer momento resulta casi caótico.
El color antracita del enlucido exterior dota de un aspecto unitario al conjunto, vinculándolo a la tierra y al paisaje de los alrededores. VitraHaus, a modo de pequeña ciudad apilada en vertical, funciona como nuevo preludio del Campus. Una plaza cubierta con planchas de madera constituye el centro abierto alrededor del cual se agrupan cinco edificios: una sala de conferencias, una sala de exposiciones para la colección de sillas del Vitra Design Museum y el conjunto formado por la Vitra Design Museum Shop, el vestíbulo con la recepción y el guardarropa y una cafetería con terraza exterior para el verano.
Mediante un ascensor los visitantes acceden a la cuarta planta, donde comienza la visita. Al salir del ascensor, el acristalamiento de la fachada norte de la sala ofrece una vista grandiosa sobre la colina de Tüllinger. En el lado contrario, donde la fachada de cristal se ha sustituido por una terraza, se obtiene una panorámica de Basilea con los edificios de la industria farmacéutica. Como se aprecia al recorrer el conjunto, la orientación de las casas no es en absoluto casual, sino que responde a las vistas deseadas.
La complejidad interior no se consigue por la intersección angular de las distintas casas, sino por la integración de un segundo concepto geométrico. Las escaleras se han integrado en volúmenes orgánicos ondeantes que penetran como si fuera una lombriz en los distintos niveles: en ocasiones se hace patente la cautivadora relación visual entre las distintas casas y, en otras, las construcciones impiden la visión. Los espacios interiores se han mantenido en color blanco, cediendo todo el protagonismo a los muebles. 
Con un máximo de 57 metros de longitud, 54 metros de ancho y 21,30 metros de alto, VitraHaus sobresale por encima del resto de edificios del Campus. El objetivo expreso era evitar un edificio horizontal, típico de las plantas de producción, para erigir un conjunto vertical, alejado del suelo y que ofreciera vistas hacia distintos puntos: una vista sobre el paisaje de los alrededores y del centro de producción, pero también sobre la Home Collection.

Supadupa Sofa from Alexander Lotersztain

Daisy-Shaped Egg Fry Rings

“Expressing Feelings” Collectible Dolls by Kimochi Life

Barbie Shanghai Store

 
 
 
 

Jean-Paul Gaultier for Roche Bobois




““Our Lord & Saviour clutch“, Jason Salstein for Olympus Teneo

sábado, 25 de septiembre de 2010

RAIN MAN DECANTER

mastermind JAPAN x Noir Eyes Sunglasses


Carmen Amaya (2 /11/1913 - 19/11/1963)


PICHIGLAS

Diseñador arriesgado, apasionado e inquieto, el vallisoletano Alfonso De la Fuente y su alter ego Pichiglás, con 10 prolíferos años de continua creatividad. Un verdadero autodidacta afincado en Barcelona desde 1997 con una mente desbordante de imaginación y con ganas de aportar un halo de aire fresco al panorama de la decoración.
Tras descubrir el reciclaje de plástico. Pichiglás, se sirve de botellas de consumo masivo encontradas en la calle para crear sus inconfundibles lámparas. El diseño de la lámpara Mimosín, le valió el primer premio de Expohogar 97. En ese momento, Pichiglás empieza a caminar a pasos agigantados, trazando una fulgurante trayectoria con el nacimiento de su empres Pichiglás basada en trabajo constante, humor, ironía y color.
Este es el punto de inflexión de la meteórica carrera de Alfonso De la Fuente. Gracias a su inconfundible sello personal y sirviéndose de todo tipo de objetos de plástico, botellas, tapones, vasos, embudos, coladores, etc… comprados en tiendas de Todo a 100, logra dar una nueva identidad a estos objetos de la vida cotidiana que, debido a ese “usar y tirar” constante de nuestra sociedad  de consumo, pasan a ser basura. Con su capacidad y gracias a su talento, texturas, materiales y objetos, adquieren nuevos usos, nueva interpretaciones e incluso una nueva personalidad que va más allá de lo meramente funcional. Se convierten en parte esencial, de una composición efímera, ingeniosa y divertida.
La elección de la materia prima para sus creaciones, no es arbitraria, puesto que el plástico resulta ser un material colorista, económico, funcional, con un buen acabado y con cierto aire futurista. Su pasión por éste, viene desde que tiene uso de razón. Este “enfant terrible” recuerda, morder los bolígrafos, los coches de juguete y el olor de envases de plástico. Desde entonces, establece una admiración que incrementa cuando Alfonso entró a formar parte del departamento de decoración de unos supermercados. Al acudir al trabajo sentía la necesidad de pasar por el pasillo de los suavizantes, un paraíso donde olores, colores y formas se funden y erizan los pelos del diseñador.
Su nombre artístico, Pichiglás, proviene, como no, del plástico, un pequeño guiño a su abuela cuando ella, erróneamente, llamaba al plexiglás, plástico malo transparente con lo que se envolvía la comida, pichiglás. Una expresión ocurrente y con altas dosis de ironía que conjuga a la perfección con su estilo, personalidad y vertiente comercial.
Tras alcanzar el éxito con sus objetos decorativos y una línea de complementos, Pichiglás expande su actividad creativa hacia el interiorismo de restaurantes, peluquerías, tiendas de moda y discotecas, donde verdaderamente ha asentado su carrera y ha logrado forjarse un nombre.
En un periodo en el cual triunfa el minimalismo absoluto. Pichiglás revoluciona la decoración de espacios con un denominador común, explosión de color. Muestra de ellos son las decoraciones de stands y tiendas para firmas de la talla de Agatha Ruiz de la Prada, Sergio Tacchini, Tous, Levis, Nike, TCN, Goorin Bross, Nudie jeans; peluquerías como Polopelo y Adhuo, los restaurantes Spora, Melitón y Gaya y la organización de BREADANDBUTTER; proyectos más integrales que lo consagran en el mundo de la decoración.
Pero la cosa no queda ahí, seguramente has bailado en algunos clubs que ha decorado alrededor de toda España. Discotecas tan conocidas y concurridas como Fonfone, Walden, La Terraza y Discoteque de Barcelona, Mocco en Valladolid, Afrodisia en Granada y Smoth en Granollers; creando espacios con el binomio diseño geométrico y atmósfera ecléctica.
Pichiglás juega con los volúmenes y los colores de los espacios, construyendo conceptos basados en una exquisita sencillez y aportándoles grandes dosis de libertad irónica para conseguir un resultado de una fuerza expresiva inaudita sin miedo a alejarse de convencionalismos.
 
Alguien dijo que la magia de un genio consistía en saber reinventarse a sí mismo y de esta manera, este genio de la creación ha sabido potenciar su esencia, con su agudeza creativa, capacidad de inspiración y absoluta pasión, Pichiglás deja aflorar su intrínseca sensibilidad por el diseño, hecho que le ha llevado a hacerse un hueco en el panorama artístico nacional e internacional.
www.pichiglas.net

Mido Baroncelli

Air Jordan Retro II Lavender



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